Con independencia de la zona afectada, el dolor debe tratarse lo antes posible para evitar que se convierta en crónico. La demora en su abordaje puede provocar su cronicidad, que además provoca una considerable disminución en la calidad de vida de los pacientes en un gran número de ocasiones.
Todo dolor agudo que no se trata de forma adecuada y temprana puede derivar en complicaciones para conseguir una mejora clínica, por lo que es “fundamental consultar con un especialista en dolor desde que se inicia el proceso”, explica la responsable de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Córdoba, la doctora Inmaculada Herrador.
El primer paso que hay que acometer con los pacientes es “realizar una exhaustiva historia clínica, ya que sobre ello pivotará luego cualquier tratamiento que podamos hacer”. Una vez que se identifica el origen del dolor, “se propone un tratamiento médico y/o intervencionista” al afectado, indica la especialista.
“Sobre la historia clínica pivotará cualquier tratamiento que podamos hacer”
Según los últimos datos extraídos del Barómetro del dolor crónico en España 2022 de Fundación Grünenthal, se estima que un 25,9% de la población sufre dolor crónico. El progresivo envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida lleva a una mayor prevalencia de patologías degenerativas, en especial articulares y de columna vertebral.
Posible incapacidad
Es frecuente que los pacientes con dolor crónico sufran incapacidad severa o incluso muy severa. Esto provoca graves limitaciones en la vida laboral, “repercutiendo en su vida diaria y con impacto familiar importante por la necesidad de cuidados que conlleva. Además, observamos que tiene un impacto en la salud mental del paciente, que puede presentar cuadros de ansiedad y depresión”, señala la doctora Herrador.
En cuanto a las patologías más frecuentes relacionadas con procesos degenerativos articulares y de columna tanto cervical como lumbar se encuentran “la lumbalgia, lumbociatalgia, cervicalgia, estenosis de canal lumbar y cervical, artrosis de rodilla y hombro, síndromes miofasciales o lo que se conoce como contracturas musculares, dolores de tipo neuropático que van asociados a lesión del sistema nervioso, síndrome del dolor regional complejo y neuropatía diabética, entre otras patologías”, detalla la experta.
Soluciones y tratamientos
Desde la Unidad del Dolor del citado centro médico se aportan técnicas intervencionistas, ya sea con bloqueos y/o radiofrecuencia para mejorar la calidad de vida de los pacientes y optimizar los tratamientos médicos, “siempre teniendo en cuenta que deben acompañarse de un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio físico diario, control de peso y una dieta sana”, añade la doctora.
“Deben acompañarse de un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio físico diario, control de peso y una dieta sana”
Desde el punto intervencionista se aplican técnicas complejas como la neuromodulación y la infusión espinal, además de realizar “bloqueos centrales con radioscopia, bloqueos nerviosos guiados por ecografía, técnicas de radiofrecuencia en las que a través de un electrodo administramos una corriente eléctrica a una estructura nerviosa con el fin de producir un efecto analgésico”.
En cuanto a los fármacos, puede ser anestésicos locales y corticoides y también pueden administrarse sangre que se le ha extraído previamente, en el lugar donde se encuentra su dolencia. Está previsto que se introduzca el ozono como tratamiento complementario para la fibromialgia y para otras patologías.
La importancia de acudir a consulta
El homólogo de la doctora, Rafael Morales, insiste en que el dolor crónico suele persistir a lo largo de la vida del paciente en mayor o menor medida. Los tratamientos de carácter paliativo pueden repetirse en el tiempo en función del alivio que experimente el mismo. No obstante, en procesos agudos y con poco tiempo de evolución, es posible que el cuadro del dolor se resuelva de manera permanente, “de ahí la importancia a acudir al especialista cuando se inicia el proceso”.
“Es posible que el cuadro del dolor se resuelva de manera permanente, de ahí la importancia a acudir al especialista cuando se inicia el proceso”
La citada Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Córdoba ha atendido desde su apertura en septiembre de 2018 a más de 12.000 afectados. Se han intervenido a más de la mitad “con gran satisfacción de los pacientes que ven como disminuye su dolor y vuelven a su vida laboral, social y familiar”, agrega el especialista.
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